El milagro de Anna Sullivan trata el tema de educar desde el esfuerzo y hacer una valoración real de él. La película presenta un amplio debate sobre la disciplina, exigencia y comprensión.
Está dirigida por Arthur Penn, un director cinematográfico estadounidense.
La película cuenta la historia de como Anna Sullivan llega a casa de los Keller para enseñarle el mundo exterior y los tres tipos de educación nombrados anteriormente a Hellen Keller, una niña de siete años ciega y sordomuda a causa de una enfermedad. No fue tarea fácil para Anna, ella venía de un ambiente muy pobre, perdió la visión cuando era pequeña y fue abandonada en una casa de escasos recursos. Después de varios años, y tras operaciones con éxito recupero su vista. El director de su escuela, el Colegio Perkins para ciegos en Boston, tenía claro que ella era la candidata ideal para ayudar a Hellen.
Lo primero que hizo fue vencer la agresividad de Hellen con mucha paciencia. Esto se puede ver con claridad en el momento de la comida, Anna lucha con fuerza para que esta aprenda a comportarse y siga los roles como el resto a la hora de comer, es decir, Hellen se dedicaba a ir cogiendo comida con las manos de cada plato de los componentes de su familia y Anna le enseña a sentarse en la silla y comer con cubiertos.
El siguiente paso fue enseñarle el alfabeto manual, Anna le ponía en la mano objetos y le deletreaba con las manos las palabras, aquí Hellen comenzó a animarse y cada cosa que cogía le preguntaba como se llamaba. Este proceso fue más fácil gracias a que la familia Keller le concedió a Anna instalarse junto con Hellen en una casa cercana, las dos vivieron allí durante un corto tiempo.
El resultado de todo este trabajo no fue en vano, Hellen aprendió a ser más civilizada y amable.
Uno de los aprendizajes que aparecen de forma secundaria pero es importante es el de la familia Keller, pues aprenden a verla como una niña normal y no como una criatura inválida a la que mirar con pena y caridad. Anna en diversas ocasiones deja claro que la compasión de quienes la rodean es mas limitante que la propia discapacidad.
El aprendizaje de Hellen es un ejemplo de la importancia que tiene la disciplina en la educación de los niños. También vemos que la capacidad del ser humano para comunicarse está motivada por el deseo de trasmitir y descubrir.
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